Una manguera, hierba, unas manzanas y un cuento. ¿Qué más podemos pedir para pasar una entretenida tarde en familia? Siempre digo que si quieres que tus hijos sonrían lo mejor es poner los ingredientes para que se rían de verdad. De esa forma conseguiremos fotos y recuerdos auténticos. A menudo cuando terminamos una sesión a los niños les da pena porque se lo están pasando muy bien, buena señal, raro será que no volvamos a sonreir cuando veamos las fotos.