Emy y Pedro son una pareja sencilla, que se esfuerza en disfrutar y mejorar el rincón de Cantabria en el que viven. El mismo día en que les conocí me llevaron a ver la iglesia y me enamoré al instante del lugar. La iglesia de Santiago Apóstol se encuentra rodeada de maizales y vacas pastando, con Peña Cabarga vigilando al fondo. Un paisaje cántabro 100%. El restaurante no podía ser otro sino el Cenador de Amós, una antigua casa palaciega en la cercana localidad de Villaverde de Pontones. Fue una boda fiel a sus protagonistas, auténtica, con la compañía imprescindible y en lugares muy escogidos.